sábado, 30 de enero de 2016

"Aprender a tener memoria", una clave educativa #adolescencia



"Aprender a tener memoria"
Esta es una de las reflexiones transmitida por un padre de un hijo en edad adolescente ante la pregunta formulada en una de mis últimas formaciones impartidas en el IES "San Tomé" de la ciudad de Vigo
¿Qué es para ti ser padre/madre de un hijo/a adolescente?

"Aprender a tener memoria para recordar qué he dicho, cómo lo he dicho pero sobre todo para recordar cómo fue mi etapa adolescente porque aunque parezca que fue hace una eternidad, no ha sido hace tanto tiempo, lo que sucede es que la forma de vivir ha cambiado mucho y no sólo hay que enfrentarse a las dudas del día a día sino a las reglas sociales establecidas. Y si además te has separado entonces parece que el mundo, en ocasiones, se te echa encima".

Así hemos comenzado una dinámica formativa para familias, donde se han ofrecido diferentes herramientas para favorecer y fomentar la comunicación positiva con sus hijos/as en edad adolescente.

Hemos hablado de los cambios físicos, psicológicos y emocionales a los que se enfrentan, cómo perciben su mundo, cómo se perciben a ellos mismos y cómo sus prioridades van cambiando, el cómo van conformando su personalidad y cómo deben aprender a resolver a diario nuevas situaciones.

Una etapa de la vida en que los amigos y la parte social adquiere toda la importancia y se convierte en su centro de atención, dejando los padres de ser las figuras de referencia aunque no por ello dejan de ser los referentes protectores.

El punto de mira casi siempre se pone en cómo se comportan, cómo complican la labor de educar, sus desmotivaciones, dejadez y cómo se dificultan a ellos mismos su recorrido en lugar de hacer caso de las opiniones de padres, familiares, profesores y adultos en general.


 Yo afirmo que el punto de mira debe encontrarse en los padres. La adolescencia es una etapa de transición hacia la vida adulta, es una etapa de revolución hormonal y es una etapa estupenda y divertida repleta de nuevos aprendizajes, emociones, sensaciones, dificultades, encuentros con uno/a mismo/a. Es la etapa del comienzo del pensamiento formal.  Y los padres deben asumir la responsabilidad de cambio en sus formas de educar, de entender, de conocer y comunicarse con su hijo, no es una nueva persona, es una persona que está creciendo, se está desarrollando, está aprendiendo y sus intereses van cambiando.

Quizás no siempre sean capaces de expresarse, quizás manifiesten en ocasiones conductas desafiantes o negativass, quizás en su decir quieran mantener a sus padres fuera de su vida., es sólo un quizás que nos planteamos los adultos. Somos sus padres, requieren nuestra atención, necesitan sentirse queridos, apoyados y escuchados y son los padres quiénes deben aprender las herramientas adecuadas para favorecer esta comunicación y promover los climas y tiempos adecuados para ello.

Porque esta es una parte de la educación familiar, ir caminando educativamente con nuestro hijo/a e ir adaptando nuestras formas, estilos y objetivos a sus necesidades. Ellos deben vivir su etapa y los padres deben continuar la suya, ni el niño debe asumir las conductas, comportamientos y responsabilidades de sus padres convirtiéndose en su espejo ni un padre o madre debe adoptar comportamientos adolescentes bajo la premisa del "quiero ser su amigo para que me cuente sus cosas", sus amigos ya los tienen y los eligen ellos, a sus padres los necesitan como padres. Deben erigirse como referentes protectores, establecer normas y límites y favorecer este proceso de transición desde el respeto, el apoyo y la educación.

Disfrutemos de tener un hijo/a adolescente en casa porque su desarrollo es también nuestro crecimiento como padres. 

¿Y cómo?
¡Cambiando de perspectiva!
Comunicación positiva desde el diálogo y la confianza

"Conociendo qué piensas y sientes sobre tu hijo podrás ayudarle a plantear comportamientos que sean la base del respeto mutuo"

2 comentarios:

  1. Si señora!!!! Pienso que el gran error de hoy dia es que los padres se quieren convertir en los coleguitas de sus hij@s. Y los padres son padres. Una buena y gran reflexion la que planteas en este post. Un abrazo.

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  2. En muchas ocasiones los padres adoptan ese rol de amigo por falta de herramientas para gestionar su rol de padre/madre y confunden los términos obteniendo en lugar del respeto de su hijo/a la pérdida de autoridad y referente ante el menor. Y como resultado, el punto de mira se pone sobre la persona adolescente dedicándole todo tipo de adjetivos negativos (vago, maleducado, irrespetuoso, etc)que afectan a su autoestima y niveles de motivación. Muchísimas gracias por tus aportaciones. Un abrazote.

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