domingo, 17 de enero de 2016

Nuestras barreras no se llaman #BebéBescansa



"Las reacciones ante el gesto de Carolina Bescansa llevando a su bebé al Congreso demuestran cuánto camino queda aún por recorrer en las libertades de las mujeres".  Estas palabras de Olga Rodríguez en su artículo "Sí a la maternidad, pero sin que la notemos mucho"  me parecen un clarificador resumen de la noticia de la semana, si bien yo matizaría y hablaría de las libertades de las personas" aún a sabiendas que este mensaje está claramente dirigido a la situación de las mujeres. Considero la igualdad como mejora de todo desequilibrio social y como respuesta positiva a las demandas sociales.

 
Social, económica y políticamente pienso que las personas tenemos más de una barrera y pienso que esta no es el hijo de Bescansa ni su asistencia al Congreso por una decisión de su madre avalada por sus compañeros de partido político.

Social, económica y políticamente hablamos de la necesidad de emprender cambios, de tender puentes, de pensar en las personas, en sus problemas, dificultades y necesidades, hablamos de la necesidad de abrir las instituciones, de frenar la corrupción, de mayor transparencia, de cercanía y sin embargo abrimos debate en torno a la figura de un bebé y si debe o no debe estar en un hemiciclo, comienzan las críticas de unos y otras, muchas personas, hombres y mujeres han ofrecido su opinión dirigidas hacia un lado y hacia otro lado político y de nuevo desaprovechamos una estupenda oportunidad para hablar de las personas y las necesidades sociales.

Opino que visibilizar las situaciones sociales debe ser prioritario y opino que reflexionar en torno a esta noticia, que si Bescansa es buena o mala madre por aparecer con su hijo, si ella puede llevarlo pero yo a mi trabajo no puedo y, derivarlo hacia las casuísticas personales, no es ni clarificador ni síntoma de progreso. Está claro que en la mayor parte de los trabajos no debe estar presente un niño e incluso pudiendo en algunos de ellos, está claro que su presencia no sería positiva durante toda la duración de la jornada laboral, ni de un hombre ni de una mujer. ¡Esto lo sabemos todos!

Podríamos hablar incluso de si la vestimenta del hijo de Bescansa proclamaba la igualdad y rescataba los estereotipos de género ya bastante instaurados o si lo hubiéramos llevado vestido de rosa, azul u otra tonalidad cromática ¡Podría ser, no? ¿De qué color era la ropa que eligió su madre? No he localizado ningún artículo hablando de ello, bueno sí ahora mismo acabo de hablar yo, las noticias se han derivado hacia la conciliación, las posibilidades actuales de Bescansa y su i-responsabilidad por no haberlo dejado en la guardería y permitir que anduviera de "colo en colo". 



Ética y estética es síntoma de pluralidad, de cambio y progreso, de multi-culturalidad, ruptura de etiquetas y eliminación de estereotipos. Es la imagen del deseo de una parte del pueblo, de sus votaciones y de la llamada democracia, de ello he hablado en mi reciente post "Yo también quiero hablar de política".


¿Deberíamos habernos plantado y decir que no nos interesa ese debate? 
¿Por qué no se habla de las propuestas que realizan las diferentes fuerzas políticas en torno a este tema? 

Independientemente de la ideología política, a las personas de a pie, nos interesa hablar de la situación laboral, de los contratos de trabajo, de las altas tasas de desempleo, de la conciliación, de las ayudas por hijo a cargo, de la baja por maternidad  y paternidad, el derecho a tener una familia, una vivienda, una escuela de calidad, etc.

Parte de estas cuestiones deberían ser tratadas desde la conciliación como mejora y equilibrio social, no sólo la conciliación maternal, la conciliación de los miembros de las familias independientemente de sus géneros porque el día que comencemos a hablar en términos de personas y cada una pueda adaptar los recursos a sus necesidades y deseos el progreso, se comenzará a instaurar mientras sigamos hablando en términos de géneros y sin dotación de recursos coordinados e implementados desde las necesidades reales seguiremos hablando en términos de desigualdad. 

Los cuidados y atención a las personas, todos somos consciente no sólo se ejerce desde la maternidad en los primeros meses de vida, hay personas menores dependientes, con minusvalías, mayores dependientes, con enfermedades degenerativas, adopciones, acogimientos, etc. "En nuestros hogares hay infinidad de personas que necesitan dedicar gran parte de su tiempo a cuidar de sus personas independientemente de su edad y situación".



El poder económico poco atiende a hablar de valores humanos y el poder político posiblemente se haya alejado de ellos, los despachos son lugares de trabajo necesarios pero nunca debe perderse la perspectiva de la vida.

Si queremos progreso, luchemos por dotar los espacios de herramientas y recursos que favorezcan el progreso y la cohesión social y todos seremos más felices sin necesidad de hacer de un bebé el espacio de una noticia socio-política.

Todos los temas aquí nombrados me parece son de gran importancia y gran interés social, son temas que están sin resolver y sobre los que no se definen criterios ni objetivos, son temas que se utilizan de legislatura en legislatura y sobre los que no se trabaja. Se van cambiando ciertas piezas pero el mapa nunca termina de completarse de manera positiva.



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