martes, 7 de septiembre de 2021

Tres retos para la escuela del hoy

 Ya estamos en Septiembre de 2021 inaugurando un nuevo curso escolar y en el que se inicia un nuevo reto para los/as profesionales de la educación.

Un nuevo reto que desde la pedagogía debemos observar en términos de "educación" y en términos de "calidad".

La escuela y con ella la enseñanza siempre se encuentra en el ojo del huracán en el que los acuerdos son complejos, los debates políticos buscan sumar notas musicales que suenen a ideología y los debates públicos en muchas ocasiones se quedan vacíos de contenido, quizás también porque suelen faltar profesionales de la pedagogía que acudan a los mismos y la opinión se centra en muchas ocasiones en lo menos importante.

En estos tiempos que vivimos, inmersos en una pandemia mundial provocado por la COVID19 y en un curso académico en que comenzamos con una nueva ley educativa, la LOMLOE, hemos escuchado hablar mucho de los procesos de evaluación, si es bueno o no tan bueno pasar de curso con asiganturas suspensas, si la escuela cada vez exige menos, si el alumnado ya no aprende cómo antes, etc.

Una secuencia de condicionales que seguramente conduzcan a poco, en el sentido de acercar la realidad educativa a las familiars y que seguramente se mantienen muy al margen de la vida del alumnado.

Hoy me gustaría proponer 3 retos que son los que para mí deben marcar nuestra praxis educativa y sobre la que se debe formar al personal docente para lograr que la escuela sea una escuela educadora, garante de calidad, igualdad y equidad.



¿Cómo enseño a mi alumnado? 

Esta es la pregunta sobre la que sustento mis tres retos:

  • APRENDIZAJE

¿Cómo aprende mi alumnado de forma grupal? Y de forma individual?.

Es fundamental saber cómo aprendemos para determinar la mejor de las metodologías, o la combinación de diferentes metodologías. 

  • MOTIVACIÓN

Si la atención es el foco para abrir la puerta al aprendizaje, la motivación es fundamental para favorecer los procesos atencionales. Sin motivación hay muy poco aprendizaje. Y ojo! que hablar de motivación no es hablar de excesos, ni de emociones altamente distractoras ni de focos de atención hiperestimulantes.

  • INCLUSIÓN

Si no estamos todos y todas incluidos el aprendizaje no suma, desequilibra, genera tensiones y promueve la desigualdad. Estar significa incluir no formar parte y desde este principio de inclusión debemos promover la equidad.


Mi propuesta son estos 3, ¿qué retos sumas tú?

APRENDIZAJE

MOTIVACIÓN

INCLUSIÓN