domingo, 26 de marzo de 2017

¿Educamos igual a los niños que a las niñas? Consecuencias de la violencia de género



Yo quería preguntarte por qué soy yo como mujer la que siempre tengo que escuchar "no vayas por zonas oscuras, ten cuidado al pasar por esa calle, no salgas así vestida, llevas demasiado escote... ¿qué se le dice a los chicos? ¿Cómo se les educa a ellos? ¿Cómo se puede educar en igualdad y que yo deje de escuchar estas cosas y dejar de sentir miedo? Ahora tengo 20 años, desde los 13 años llevo escuchando lo mismo y no lo entiendo, mi madre, y ya desde los diecisiete años, me obliga a llevar un spray en el bolso por si acaso... ¿por qué me pasan a mi estas cosas por el hecho de ser mujer?

La mejor de las reflexiones y la mejor de las inquietudes, que puedo escribir tras la formación para padres que he impartido en el IES "San Tomé" y que se incluye dentro del Programa "Escuela de Padres y Madres" que organizo con Positivando Gabinete psico-pedagógico



Refleja una realidad, la realidad del miedo que se está instaurando en las familias, y especialmente en las mujeres y en los procesos de educación familiar, a las mujeres se las sigue educando diferente y no sólo atendiendo a estereotipos de género sino por el miedo a la violencia machista.

La temática de esta semana trataba de "La sexualidad en la adolescencia. Cómo abordarla en la familia". Hablamos de afectos, de los cambios que se producen en el desarrollo físico durante la pubertad, de los cambios personales, de la capacidad de escucha y del proceso de comunicación positiva con la persona adolescente.

Se han aportado, pautas de actuación en casa para abordar los afectos de manera positiva, el desarrollo de la autoestima y hemos hablado de recursos vinculados al área sanitaria como el uso de métodos anticonceptivos, prevención ante enfermedades venéreas y embarazos no deseados, asistencia al ginecólogo/a o a recursos como planificación familiar.

Hay una realidad que no podemos obviar...

Los padres muestran preocupación por los riesgos a los que se pueden exponer sus hijos/as en la etapa adolescente, miedo a embarazos no deseados, miedo a las enfermedades de transmisión sexual pero sobre todo se percibe mucho miedo a la violencia machista, miedo a lo que les pueda suceder a las niñas en la calle y miedo a cómo puedan llegar a tratarlas su futura pareja...

Al igual que tampoco podemos obviar que...

No se educa a los niños igual que a las niñas, el miedo está instaurado en las familias, el miedo a la violencia machista está cada día más instaurado en nuestra sociedad, a las niñas se las anima a ser ellas mismas y que nadie decida por ellas pero por miedo a aquello que les pueda ocurrir se las educa desde la sobreprotección, se les limitan sus libertades, cuando salen se las acude a recoger, no se les permite utilizar determinada vestimenta y otras muchas acciones diferenciadoras que podría contar y de las que hemos hablado en las diferentes formaciones de la "Escuela de Padres y Madres". En la educación que se les imparte a las niñas, y sobre todo llegada la pubertad, se les transmite ese miedo así como la importancia de que estén atentas a lo que sucede a su alrededor.

Al varón de la familia se le educa diferente, se le deja mayor libertad, no se le infunden miedos, sí se les habla de igualdad pero no se acotan sus libertades, los padres viven esta parte de la educación con mayor tranquilidad entendiendo que  como persona son menos los peligros a los que se exponen socialmente.

¡Este no es el camino!

¡En la educación está el cambio! pero no sólo es responsable del cambio la mujer, sobre la que parecen ir todas las responsabilidades, el cambio en el rol de los hombres, su implicación y el cambio en los valores diferentes sobre los que se educa a niños y niñas!

Y si no...

¿Qué respuesta como sociedad le podemos ofrecer a nuestra chica ante las preguntas realizadas al inicio de este post?

domingo, 19 de marzo de 2017

Rompiendo el Círculo de la Violencia


Prevención de la violencia y Programas de mejora de la convivencia en entorno familiar y escolar, estas son parte de las necesidades actuales de menores, jóvenes, docentes, padres y sociedad en general.

No podemos olvidar que la formación es la base de la educación, además de contribuir a la prevención y detección a tiempo de las necesidades y problemáticas de los menores y sus familias.

Acoso escolar, alteraciones de la conducta, violencia entre iguales, violencia de padres a hijos/as, violencia de hijos a padres, violencia a través de las nuevas tecnologías, violencia transmitida desde los diferentes medios de comunicación, son realidades sociales que no entienden de clases sociales.

EDUCACIÓN= Prevención +Atención +Formación +Protección de la Infancia son claves fundamentales en nuestra sociedad, que los políticos/as se pongan las pilas, que los padres se formen sobre su rol padre/madre, que los profesores y profesionales de la educación apostemos por el reciclaje de nuestros conocimientos y todos juntos conformemos una sociedad más amable y empática.


Que los hombres protejan a las personas y alcen su voz contra todo tipo de violencia, que las mujeres protejan a las personas y alcen su voz ante la violencia, que las desigualdades encuentren una brecha sobre la que desaparecer y que la igualdad en términos de corresponsabilidad comience a inundar las aceras de barrios, pueblos y ciudades, que la violencia se aleje dando paso al valor de la palabra, a la gestión y control de nuestras emociones y que el bienestar se contagie de persona a persona dejando espacio al respeto, la tolerancia y la diversidad... que yo respete y que se me respete... en definitiva, que la violencia sea una condena social en la que las personas violentas no tengan más cabida que darle una vuelta a su actitud y mejorar su conducta...

Si yo condeno... tú condenas... y todos condenamos... rompemos el círculo de la violencia pero ojo! no nos equivoquemos... condenemos desde la acción no desde la palabra, seamos proactivos y que nuestro apuesta por el "NO A LA VIOLENCIA" no se quede en una llamada al viento y en campañas de sensibilización que aparecen y así como aparecen... desaparecen... 

seamos sujetos de acción todas las personas... 
¡hombres y mujeres!

domingo, 12 de marzo de 2017

Violencia de hijos a sus padres


"Aumenta la detección de casos de violencia de hijos menores a sus padres". En Vigo y el resto de la provincia, el maltrato doméstico es el delito más frecuente entre adolescentes encausados.

Hablamos de una forma de violencia conocida como Violencia Ascendente, Violencia filioparental o Síndrome del Emperador,  una violencia en la que un menor busca ejercer el control y tomar el poder sobre la figura de sus padres u adultos responsables de la unidad familiar.

Es una violencia que al igual que la violencia de género, se vive de puertas hacia adentro y ante la vergüenza de los padres y el deseo de que la situación cambie, la mantienen en silencio soportando altos niveles de agresividad en el domicilio situándose además, el adulto, en una posición cada día más debilitada por su silencio y que reduce la posibilidad de adoptar técnicas u acciones que minimicen los comportamientos agresivos de su propio hijo/a con el daño emocional que dichas actitudes provocan. El hogar se convierte en un lugar donde las actitudes agresivas se imponen sobre el bienestar de la convivencia afectando a todos sus miembros y deteriorando las relaciones interpersonales.

Los padres tienden a culpabilizarse y buscar en ellos mismos los motivos que han inducido al menor a mantener este tipo de conductas, les entristece ver a su hijo/a infeliz y son capaces de visibilizar el sufrimiento del mismo presentando sin embargo dificultades para romper el círculo de la violencia tanto a través de la comunicación a familiares o amigos cercanos como solicitando la ayuda de un profesional o como una tercera vía, la menos utilizada, acudiendo a interponer una denuncia.

La violencia sobre los padres es una violencia tanto psicológica y emocional como física. Se presenta en forma de amenaza verbal (gritos, insultos, salidas de casa sin permiso), no verbal (patadas a puertas, golpes en la mesa, en puertas, etc) y como violencia física (empujones, golpes, tortazos, etc).

Pese a que en forma este tipo de violencia se asocia a familias en exclusión social, la realidad es que la violencia no entiende de niveles económicos y son muchos los casos que conozco y sobre los que he intervenido en familias de nivel socioeconómico medio-alto. Las formas de violencia ejercida por los menores son las mismas, aquello que cambia son las circunstancias que la han provocado, circunstancia muy vinculadas a los afectos, niveles de sobreprotección u abandono, adquisición de hábitos, falta de normas, dificultad para asumir los límites, entre otros.

La unión de estas actitudes y comportamiento agresivo del menor como mencioné con anterioridad recibe también el nombre de "Síndrome del Emperador", síndrome del que he hablo en este otro artículo y en el quehacía especial mención, en el caso de asolescentes a medidas de re-educación como forma de intervención. Es importante reseñar que este tipo de conductas se desarrollan en edades tempranas y siendo capaces los padres de observar dificultades en los procesos educativos durante estas edades y acudiendo a un profesional de la educación, podemos hablar de prevención y como tal parte de estas conductas en la edad adolescente se verán minimizadas. 

Trabajar en educación desde la prevención es siempre la mejor de las decisiones, por ello es importante visibilizar y hablar de este tipo de violencia familiar dado que hay muchas familias sufriendo, muchas mujeres y muchos hombres que asumiendo la crianza de sus hijos de manera individual están siendo víctimas de maltrato familiar siendo nuevamente el silencio, en muchas ocasiones por vergüenza la única forma de control, silencio que fortalece y endurece las acciones de las personas agresoras.

#Visibilizandosituacionesdeviolencia