domingo, 12 de marzo de 2017

Violencia de hijos a sus padres


"Aumenta la detección de casos de violencia de hijos menores a sus padres". En Vigo y el resto de la provincia, el maltrato doméstico es el delito más frecuente entre adolescentes encausados.

Hablamos de una forma de violencia conocida como Violencia Ascendente, Violencia filioparental o Síndrome del Emperador,  una violencia en la que un menor busca ejercer el control y tomar el poder sobre la figura de sus padres u adultos responsables de la unidad familiar.

Es una violencia que al igual que la violencia de género, se vive de puertas hacia adentro y ante la vergüenza de los padres y el deseo de que la situación cambie, la mantienen en silencio soportando altos niveles de agresividad en el domicilio situándose además, el adulto, en una posición cada día más debilitada por su silencio y que reduce la posibilidad de adoptar técnicas u acciones que minimicen los comportamientos agresivos de su propio hijo/a con el daño emocional que dichas actitudes provocan. El hogar se convierte en un lugar donde las actitudes agresivas se imponen sobre el bienestar de la convivencia afectando a todos sus miembros y deteriorando las relaciones interpersonales.

Los padres tienden a culpabilizarse y buscar en ellos mismos los motivos que han inducido al menor a mantener este tipo de conductas, les entristece ver a su hijo/a infeliz y son capaces de visibilizar el sufrimiento del mismo presentando sin embargo dificultades para romper el círculo de la violencia tanto a través de la comunicación a familiares o amigos cercanos como solicitando la ayuda de un profesional o como una tercera vía, la menos utilizada, acudiendo a interponer una denuncia.

La violencia sobre los padres es una violencia tanto psicológica y emocional como física. Se presenta en forma de amenaza verbal (gritos, insultos, salidas de casa sin permiso), no verbal (patadas a puertas, golpes en la mesa, en puertas, etc) y como violencia física (empujones, golpes, tortazos, etc).

Pese a que en forma este tipo de violencia se asocia a familias en exclusión social, la realidad es que la violencia no entiende de niveles económicos y son muchos los casos que conozco y sobre los que he intervenido en familias de nivel socioeconómico medio-alto. Las formas de violencia ejercida por los menores son las mismas, aquello que cambia son las circunstancias que la han provocado, circunstancia muy vinculadas a los afectos, niveles de sobreprotección u abandono, adquisición de hábitos, falta de normas, dificultad para asumir los límites, entre otros.

La unión de estas actitudes y comportamiento agresivo del menor como mencioné con anterioridad recibe también el nombre de "Síndrome del Emperador", síndrome del que he hablo en este otro artículo y en el quehacía especial mención, en el caso de asolescentes a medidas de re-educación como forma de intervención. Es importante reseñar que este tipo de conductas se desarrollan en edades tempranas y siendo capaces los padres de observar dificultades en los procesos educativos durante estas edades y acudiendo a un profesional de la educación, podemos hablar de prevención y como tal parte de estas conductas en la edad adolescente se verán minimizadas. 

Trabajar en educación desde la prevención es siempre la mejor de las decisiones, por ello es importante visibilizar y hablar de este tipo de violencia familiar dado que hay muchas familias sufriendo, muchas mujeres y muchos hombres que asumiendo la crianza de sus hijos de manera individual están siendo víctimas de maltrato familiar siendo nuevamente el silencio, en muchas ocasiones por vergüenza la única forma de control, silencio que fortalece y endurece las acciones de las personas agresoras.

#Visibilizandosituacionesdeviolencia

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