domingo, 30 de septiembre de 2018

Eso de "¿dónde está tu jefe? se sigue preguntando, aunque la jefa seas tú




Las mujeres, por su parte, aunque reciben mucha menos atención y análisis, experimentan igualmente constantes cambios en sus patrones de trabajo, dificultades, y desventajas sociales y laborales. 

Este informe busca explorar los retos y las oportunidades que tienen las mujeres trabajadoras en Europa, especialmente aquellas con empleos precarios y bajos salarios."

Accede desde aquí a la entrevista en "La Voz de Galicia". "Eso de ¿dónde está tu jefe¿ se sigue preguntando, aunque la jefa seas tú"

Aunque la brecha salarial de género se reduce lentamente, las mujeres europeas todavía cobran un 16% menos que los hombres: es decir, tendrían que trabajar 59 días más para cobrar lo mismo. O 52 días en España. 

Lo cierto es que una vez se han tenido en cuenta y descontado otros factores como el tipo de jornada o de contrato, al menos el 10% de la diferencia salarial entre mujeres y hombres en Francia y el 14% en España, solo puede atribuirse a la discriminación.

El titular con el que me quedo es que en "España la mujer tiene que trabajar para tener el mismo salario que un hombre, 52 días más" y si hablamos de las gallegas, tal y como nos cuenta en su artículo de "La Voz de Galicia", "Las gallegas deben trabajar 71 días más al año para cobrar igual que un hombre".






El techo de cristal, la conciliación familiar, las bajas maternales, la reducción de jornada, el cuidado de los/as hijos/as y/o personas dependientes, el suelo pegajoso y la consecuente reducción en nuestros salarios y en nuestras pensiones, son algunas de las causas que no permiten que la situación de igualdad se consolide en nuestra sociedad.

¿Los cambios?

Se encuentran en la base, en la educación familiar, en la co-educación, en la igualdad, en la ruptura de los estereotipos de género, en facilitar el acceso a la mujer a las profesiones de futuro.

Educación familiar, educación en la escuela y educación para el cambio social.

Todos y todas debemos ser el sujeto del cambio pero sin duda, las mujeres y el feminismo debemos continuar juntas, avanzando, promoviendo el cambio, visibilizando y sensibilizando.

Yo veo con las gafas violetas ¿y tú? ¿te animas a probar?

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