martes, 10 de enero de 2023

Más educación afectivo- sexual

Quién me conoce y me escucha, sabe que no hay formación en la que no hable de la importancia vital, de la necesidad urgente de formar a las personas en edad adolescente en igualdad, prevención de la violencia y educación afectivo-sexual.

Recientemente tuve la oportunidad de hacer un llamamiento público a la clase politica para que participe y sea ésta una prioridad en su agenda política. 

Desde aquí también extiendo el llamamiento a la Universidad, que mucho tiene que trabajar en la mejora de los planes formativos de las futuras profesionales de la educación y, a todos los estamentos, públicos y privados que trabajan con y/o para las personas. Estamos todas las personas implicadas.

Hay que formarse, ser responsable y no puede ser que los valores y mensajes que se transmiten sean en función de nuestra subjetividad obviando el conocimiento humano y científico.

La sociedad también educa y de poco sirve aportar un granito si en el día a día los mensajes sociales y en redes que se escuchan restan importancia y valor a estos granitos emitiendo mensajes contradictorios mayormente procedentes de bulos.

Es prioritario prestar atención:

  • a las relaciones afectivas en la etapa adolescente.
  • formar en educación afectivo sexual real y no permitir que nuestros jóvenes aprendan a través de la pornografía.
  • promover la igualdad y la perspectiva de género en todas las etapas educativas.
  • formar a los profesionales que forman parte del sistema escolar.
  • formar a las familias en igualdad.

Queda mucho camino por hacer y el progreso en igualdad llegará cuándo los objetivos estén bien marcados y formen parte de una línea progresiva en la que todas las personas asuman su rol y participación, asuntos claves en el proceso educativo y por ello en la mejora del mismo proceso educativo y con ello del progreso social.

Lo que no se puede consentir es que parezca que la igualdad es un invento "inventado" por personas que se creen no encajan en una sociedad y que buscan obtener sus derechos restando derechos a otras personas.

En esta idea se mueve el patriarcado, el que sitúa a la mujer en un segundo plano tras recordarle que "de qué se queja si ya es igual" y el que permite que se esté asesinando a las mujeres.

A mi no me interesa la vida después de la muerte tan bien narrada en los medios de comunicación bajo esa culpa añadida sobre si ha denunciado o no.

Las mujeres no somos responsables ni culpables de nuestro asesinato.

O ponemos bien el foco o la vida se nos va de las manos.

Más pedagogía, menos titulares.







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