domingo, 21 de febrero de 2021

Reflexionando sobre los estereotipos

Reflexionando sobre los estereotipos. 

Los estereotipos nos invaden, se pasean por nuestros espacios, nos encontramos con ellos en el trabajo, en la escuela, paseando por la calle, practicando deporte, leyendo la prensa, en el cine y la televisión, en el patio del colegio y en cualquier espacio en el que se manifiestan las distintas formas de ser y estar de las personas. 

Los estereotipos nos marcan la deriva por la que tenemos que caminar según seamos hombres o mujeres, yo le llamo deriva, ellos quisieran marcar nuestro rumbo y sobre todo establecer los límites de la educación, si bien se están dando cuenta que no todas las personas admiten que nada las construya de acuerdo a unas formas de ser, estar, pensar, comportarse, vestirse y hablar.

Los estereotipos son construcciones sociales, costumbres creadas, costumbres limitantes que nos encuadran a unas y otros en un espacio sobre el que conformarse.


  • ¿Crees que estos estereotipos afectan de la misma manera a unas y a otras?

Nos afectan a todas las personas, desde bien pequeñas, azul para el niño y rosa para la niña. La crianza, incluso de manera inconsciente, se convierte en diferente si educo a un niño o educo a una niña. Ellos inquietos, valerosos, fuertes, curiosos y ellas tranquilas, dulces, amables, serenas y alegres y así desde el juego y sus tipos diferenciados de juguetes, la forma de estar en la escuela y hasta la forma de aprender. Y desde esta construcción de la identidad de género camina el desarrollo personal, familiar, social y emocional de una persona, desde chico/a hasta la madurez y la tercera edad.

Nos afectan a todas las personas negativamente pero su afectación no es igual para todas, ni en cantidad ni en calidad. La construcción de la identidad de género femenino está basada en el cuidado y la atención a las personas por lo que si tal y cómo comentábamos anteriormente los estereotipos son limitantes, para las niñas y mujeres son todavía más limitantes.



Entiendo la educación como la base de todo progreso social y un aspecto principal en el cambio es la ruptura de los estereotipos y del pensamiento limitante sobre el que se construyen.

La coeducación es las escuelas y la formación al personal docente es fundamental como prioritario es formar a las familias.

Como pedagoga me siento agente fundamental del cambio e imprimo a todas mis intervenciones los principios de la coeducación y el empoderamiento de las niñas desde pequeñas, animándolas a conocerse, a equivocarse, a disfrutar, a hacer lo que les gusta y a evitar se sientan molestas por romper la norma. Al igual con los niños, el derecho a ser diferentes, a llorar, a estar con niñas, a sentir dolor, a jugar con elementos que les gusta, a vestirse cómo les apetece y a mostrar sus aficiones cuándo van más allá de las socialmente aceptadas, fútbol y otros deportes relacionados con la fuerza, por poner un ejemplo. 

El respeto y la diversidad forman parte de nuestra sociedad y las personas somos mejores y más felices con nosotras mismas cuánto más diferentes y respetuosas nos mostramos.

El uso del lenguaje inclusivo es otra de las formas de romper con los estereotipos, tema sobre el también he hablado en el post ¿Cómo llevarías la coeducación a tu práctica profesional y personal?


  • ¿Podrías señalar algún otro estereotipo sexista que pueda afectar a un niño o a una niña? ¿A un hombre o a una mujer? ¿Cómo lo abordarías desde tu ámbito personal, familiar o laboral?

Las personas en edad adolescente, en muchas ocasiones, se sienten también agentes del cambio y desde el grupo se apoyan y surgen iniciativas que tienen una gran importancia cuándo son apoyadas por sus personas de referencia en el ámbito familiar o académico.

Un ejemplo de estereotipo sexista es el uso de la falda en personas jóvenes, muchos chicos se sienten cómodos, a gusto y disfrutan de poder elegir en un fondo de armario más amplio del que se considera legítimo en nuestra sociedad.

Ellas también lo sienten porque la falda no es un elemento disruptivo en un armario y forman parte de movimientos activos que abren las puertas al cambio. La moda como un elemento para romper estereotipos son iniciativas que se están llevando a cabo en diferentes centros escolares y que desde mi profesión acompaño, comparto, aplaudo e intento trasladar a los sectores poblacionales más ajenos a estas situaciones.

Comparto el enlace de una iniciativa que realizan todos los días 04 de cada mes en el Instituto Johan Carballeira en la localidad de Bueu (Pontevedra- Galicia) relacionada con la ruptura de estereotipos, que más allá de una acción aislada promueve nuevas miradas de forma activa.

Estas acciones son integradoras, positivas e igualitarias además de compartidas por alumnado y personal docente, llevar material coeducativo a los espacios educativos, ejemplificar acciones con referentes femeninos, generar espacios de comunicación donde el alumnado pueda expresarse sin sentirse juzgados, son elementos imprescindibles en mi vida profesional porque yo me siento parte importante del cambio.


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