Negociación.
Escucha activa.
Lenguaje positivo.
Refuerzo de las conductas positivas.
Asunción de responsabilidades.
Fomento de la Autonomía.
Escucha activa.
Lenguaje positivo.
Refuerzo de las conductas positivas.
Asunción de responsabilidades.
Fomento de la Autonomía.
Comunicación positiva con mi hijo/a
adolescente
¿Es posible?
El acercamiento de los padres y
madres a la educación siempre lo destaco como imprescindible y prioritario, el
poder establecer espacios de comunicación y el poder ofrecer estrategias a sus
dificultades y oportunidades de cambio en sus perspectivas y actitudes es tan
fundamental y básico como complejo en su práctica.
Todo tiene su explicación ¿Por qué lo refiero como complejo?
Porque diariamente obervo que la educación, en las esferas políticas, económicas y sociales, todavía no es una prioridad ni es considerada una opción como herramienta de
mejora. Se asume como un acto de gran complejidad basada en teorías que en
la práctica no funcionan, cuando el verdadero valor de la educación es justamente su
práctica educativa, la cual bien llevada tiene consecuencias positivas y se observan resultados de manera casi inmediata.
En un amplio número de núcleos
familiares con hijos/as adolescentes la queja se expande, las dificultades del
día a día se elevan, los padres sienten que pierden el control de la situación,
los niveles de tensión en muchas familias durante esta etapa del desarrollo de
sus hijos/as es alto, el nivel de comprensión ante situaciones del día a día es
bajo, la tolerancia se ausenta por períodos atemporales, las emociones negativas
inundan el cerebro de los adultos y desaparecen también atemporalmente las expectativas
positivas de mejora, dejamos de percibir la etapa de la adolescencia como una etapa de cambio, la última etapa de desarrollo anterior a la madurez.
Esta no es una visión negativa que
yo tengo, tan alejada además de mi estilo de comunicación,
esta es la visión y la realidad que marcan mis experiencias desde las acciones
formativas que imparto y que forman parte de mi proyecto "Escuela de
Padres y Madres".
Madres muy preocupadas por la falta de comunicación con sus hijos/as, las preocupaciones que no comprenden que sus hijos/as manifiestan por su aspecto físico, su falta de preocupación por el aseo, sus contestaciones monosilábicas, su falta de implicación en las tareas del hogar, su bajo rendimiento académico en algunas ocasiones, su escasa motivación, su poco interés por hacer cosas y un ingrediente también muy común la falta de autonomía e independencia, consecuencia en muchas ocasiones de una educación sobreprotectora no entendida por los adultos como tal. Padres también preocupados pero quizás menos presentes en las formaciones.
¿las responsabilidades educativas las asumen las
mujeres como responsabilidad asociada al género? o quizás los padres observan
menos estas dificultades?
No planteo respuestas en estos momentos, planteo
preguntas y planteo interés, interés por favorecer la implicación de padres y
madres y comenzar a ver cada vez y con mayor frecuencia la figura paterna en
temas relacionados con la educación, los estereotipos de género no sólo tienen su foco en la mujer, se dirigen también hacia el hombre, quizás en otro post
ampliaré y desarrollaré mis opiniones en torno a este tema y debate de gran interés.
Padres, madres, tutores legales que conviven con un adolescente tienen sus responsabilidades y sus objetivos a veces confundidos con sus deseos y preferencias que no encuentran reproducidos en sus hijos/as y, llegada la frustración de la pérdida del control, determinadas actitudes negativas que se adoptan comienzan a generar lo que yo llamo "espiral de la incomunicación" buscando las herramientas de cambio en las conversaciones del puede y el debes de más de una hora de duración, enfados, elevaciones de tono, imposiciones, órdenes y retirada de privilegios, sanciones y refuerzos negativos, aquello que se conoce como castigo pero que es una palabra con unas connotaciones tan negativas que desde la pedagogía positiva la he eliminado no sólo de mi vocabulario, formas de expresión y comunicación sino también como herramienta de posible mejora de la persona en cualquiera de los ámbitos de su persona.
Esta espiral que también es una
"barrera de comunicación" no acerca posturas, aleja posiciones, aleja
pensamientos y aleja emocionalmente, la privación del afecto, un beso, un
abrazo conciliador separan, generan ostracismo, rivalidad y provocan emociones negativas
difíciles de gestionar tanto en los jóvenes desde su rol de hijos/as como en los adultos en su rol de padres.
Dos métodos diferentes, dos formas
de plantear el proceso educativo
¿La espiral de la falta de comunicación?
Este método es el más cotidiano sin ser provocado, es la forma general de actuación, aquella que surge y que genera ausencia de respuestas, impotencia ante la ausencia de
cambio, el que dificulta el desarrollo emocional y el que nos separa y aleja del proceso educativo. Es impositivo e imperativo en muchas de las ocasiones.
¿La comunicación desde el
aprendizaje positivo? Este método es el que trabajo desde la pedagogía
positiva, el que precisa de la colaboración de los adultos, el reciclaje, la
búsqueda del cambio en uno mismo, el desarrollo emocional personal, el del
cambio del lenguaje.
En definitiva, un cambio de perspectiva
¿Estamos preparados?
Este es el cambio y las tomas de decisiones del adulto desde su rol de padre o madre, los/as adolescentes también tienen sus responsabilidades y tareas que asumir, deben aprender y ser parte activa en los procesos de comunicación con sus familias, y también hablaré de ello porque el verdadero éxito es responsabilidad de todos los miembros de la familia.
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