sábado, 3 de octubre de 2015

Acoso Escolar. Pequeños apuntes para su detección



 
Desgraciadamente la palabra Bullyng (intimidación en inglés) está de moda, y no en vano. Cada vez se detectan más casos de agresiones y persecución en los colegios. Esta realidad también recibe el nombre de Acoso Escolar, como la llamaremos. Los adultos que rodean a las víctimas muchas veces tienen dificultades para detectarlo, no dándose cuenta o minimizándolo.

El Acoso Escolar salta a los medios solo cuando se produce un caso dramático con resultado de muerte, pero antes de llegar a estos extremos… ¿Qué podemos hacer para detectarlo? Paula Suárez, pedagoga experta en intervención socioeducativa nos cuenta…


El acoso escolar es una forma de violencia, una forma de maltrato de un menor hacia otro menor en el entorno escolar entendiendo como maltrato: agresiones físicas, agresiones verbales en forma de insultos,  motes dañinos o rumores, amenazas o exclusión, no dejándole participar en juegos o en actividades sociales conjuntas. Si bien las situaciones de violencia las asociamos a conflictos en la etapa de Secundaria, sabemos que también afecta a niveles de Primaria. 


Para ser considerado acoso debe ir acompañado de estas tres circunstancias; el comportamiento debe ser agresivo, debe producirse un desequilibrio de poder entre los menores y debe ser realizado de manera reiterada y repetitiva.


Destacar que este tipo de violencia, no puede ni debe ser tipificada como  "son cosas de niños", porque existe y porque son situaciones traumáticas en las que hay mínimo dos menores, el acosador y el acosado, ambas víctimas de una situación y, aunque las causas y sus consecuencias pueden ser totalmente opuestas, en ambas partes existen daños personales, psicológicos, familiares y emocionales que es preciso reparar.


Es necesario entender que las relaciones sociales en el medio escolar se encuentran entre las más significativas del proceso de socialización, y estas determinarán aspectos importantes sobre el desarrollo de la autoestima y la personalidad.

Su detección es fundamental. Las señales en el menor agresor son más visibles porque su actitud se manifiesta más agresiva y porque suelen estar involucrados en los conflictos del aula, recreo o actividades extra-escolares. Las señales en el menor acosado son menos observables y están asociadas a lesiones inexplicables, pérdida o rotura de material o ropa, decaimiento, dificultad para conciliar el sueño, pérdida repentina de amistades o del habla habitual, simulación de enfermedades, manifestación de comportamientos atípicos.
 

Si detectas que tu hijo pueda estar sufriendo acoso escolar, exige al centro que tome las medidas adecuadas de protección y resolución. Es recomendable en aquellos casos en que el acoso haya afectado significativamente al niño, se busque la ayuda profesionales necesarias.


La guía plis plas es una guía de carácter mensual publicada en la ciudad de Vigo, de difusión gratuita en la que ofrecen información de las diferentes actividades para los más pequeños de la casa, puedes encontrarla también en la web, en el siguiente enlace.

 


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